“¿QUÉ ES LA ENSEÑANZA VIVIDA?”
“LA ENSEÑANZA VIVIDA” es una metodología innovadora, cuyo objetivo es “aprender en la escuela como se hace en la vida”, es decir mediante “vivencias” que nos aporten un aprendizaje y creen fuertes lazos emocionales.
Pertenece por lo tanto al grupo de las metodologías activas. Entiende que el aprendizaje es un proceso que cada nin@ debe construir, de manera personal. Lo que diferencia la enseñanza vivida de otras metodologías es su finalidad: “conseguir que el niñ@ se transforme en el objeto de estudio” (una letra, un personaje, la suma, un número, una flor, un libro, el animal de un circo, una época histórica, o una obra pictórica, etc.). Para que consiga ser y sentirse lo estudiado viviéndolo en primera persona, mediante la “dramatización basada en la pedagogía teatral” (Tejerina 1994) . De este modo lo que observamos desde fuera dejará en ese momento de ser una cosa ajena, perteneciente al mundo exterior, para al transformarme yo en ello, pase a formar parte de mí mismo, de mi interior y ser vivido por mí. Desde el exterior cabía la postura pasiva, desde el interior es automáticamente activa, el
aprendizaje es en una intensa experiencia vivida.
De este modo, todo el alumnado puede participar, respetando las personalidades, gustos, grado de implicación, nivel de exigencia, etc. convirtiéndose así en una metodología inclusiva, sin discriminación.
¿QUÉ ELEMENTOS NECESITA LA ENSEÑANZA VIVIDA PARA DESARROLLARSE?
Necesita básicamente 5 elementos:
1. SORPRESAS
Según Fabricio Ballarini, neurocientífico y divulgador científico, nuestro cerebro ama las sorpresas. (prólogo- neuroeducación en el aula. 2017). Esta afirmación es confirmada por Einstein,” el misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Esta metodología pretende atraer al niñ@ para que voluntariamente salga de su zona de confort, que le pueda la curiosidad, de tal modo que lo que el docente le ofrece sea tan atractivo e interesante que desee participar, e involucrarse de forma activa en el aprendizaje.
Francisco Mora, esclarece el proceso, la curiosidad, lo que es diferente y sobresale en el entorno, enciende la emoción. Y con ella, con la emoción, se abren las ventanas de la atención, foco necesario para la creación de conocimientos. Los seres humanos somos curiosos por naturaleza. Ross Buck o Tomkims e Izard lo concluyen, las emociones son un motivo que energiza y dirige la conducta hacia algo específico.
La ambientación es “el escenario del aprendizaje·. El alumnado disfrutará de situaciones de aprendizaje en un “contexto verdadero” (réplica cercana), un decorado del mundo real. (Frida Díaz-Barriga la enseñanza situada 2006). Un trozo de mundo en el aula, para obtener AUTÉNTICAS EXPERIENCIAS VIVIDAS. Tiene por objetivo provocar al niño/a para que se produzca la interacción deseada por el alumno/a. Debe invitar a jugar, a participar a actuar, a vivir experiencias auténticas que le permitan experimentar emociones, situaciones, sensaciones que dejen su huella en la memoria, o sea, que le permita aprender significativamente. Han de ofrecer la seguridad necesaria para que el alumnado se sienta protegido, y al tiempo ofrecer estímulos irresistibles que lo provoquen a interactuar.
Serán imprescindibles colores llamativos, espacios que permitan movimientos, acompañar el decorado de una música, algunas luces, etc. Ya que lo multisensorial nos atrae de manera natural. Según Anna Carballo y Marta Portero (profesoras expertas en neuroeducación de la UOC) el cerebro infantil se siente atraído por los movimientos, la música, los colores, los retos, el humor, las emociones, el trabajo en grupo y (las cosas tangibles).
2. EL ESCENARIO DEL APRENDIZAJE
3. DISFRACES
El uso de los disfraces, que favorecen la adquisición de conocimientos a largo plazo, pues los niñ@s recuerdan mejor los momentos que han vivido con intensidad. Además, da entrada a ocupar el rol de otra persona, se pone en su piel, y aprende a mirar su mundo desde un punto de vista diferente al suyo.
Eso es empatía. Por otra parte, estimula la imaginación, la creatividad, la atención, la capacidad de concentración y la memoria. Desde el ámbito afectivo-emocional, los disfraces son excelentes promotores de emociones y fantasías.
Otra particularidad de la “enseñanza vivida” es su enorme flexibilidad y el importante papel que realiza el docente en este aspecto. Las actividades de experiencia vivida deben ser observadas y guiadas por el docente que realizará una permanente evaluación con el fin de conducir o reconducir la actividad en función de las manifestaciones del alumnado tanto de manera individual como global en todo momento.
El profesor traslada su papel protagónico a sus alumnos: adopta un papel fingidamente pasivo y deja que los niños/as guíen la acción educativa. (guiño a las nuevas tendencias como flipped classroom). La actividad se ajusta al alumnado (no el alumnado se ajusta a la actividad). La aplicación de esta metodología no se basa en las diferencias sino en las semejanzas entre alumn@s, pues es esencialmente integradora.
4. EL DOCENTE
5. EL ENTORNO EMOCIONAL
Un elemento necesario para conseguir nuestro objetico es el entorno emocional. Elizabeth Ivaldi lo aclara de este modo, EL AMBIENTE en el que el niño/a crece, la actitud y la respuesta de los que le rodean serán determinantes para su futuro y el de la sociedad. El cerebro del niño/a es un órgano social, pero necesita DE UN ENTORNO EMOCIONAL ADECUADO para poder desarrollarse, así lo completa la Dra. Catherine Gueguin- Pour une enfance heureuse-2014)
Cuando hablamos del entorno afectivo/ emocional nos referimos a, nos sigue explicando la doctora, la calidad y el clima de las relaciones, es decir, la seguridad, el afecto, la escucha, la comprensión, el tiempo de dedicación, la dulzura, el lenguaje positivo, la simpatía, la empatía, la calma, el orden, el reconocimiento personal, la confianza, el respeto, la amabilidad, la paciencia, la inteligencia emocional, la colaboración, etc. Esto no es un elemento más, es precisamente la base que permitirá o no, que el cerebro se desarrolle con toda la plenitud de sus facultades. Muy vinculado a este tema aparece un nuevo enfoque, LA DISCIPLINA POSITIVA según Martín Selligman, psicólogo pionero en esta teoría, la psicología positiva (2011) la define como “enseña habilidades que permiten construir el propio bienestar personal y social.” Jane
Nelsen profundiza sobre un aspecto, la disciplina y le da un enfoque diferente de lo que era, y lo llamará “disciplina positiva” y explica que las relaciones se basan en el respeto, la amabilidad, entendimiento y la búsqueda de lo que nos iguala. Es una educación en consecuencias y no en el castigo o la relación de fuerza que producen modelos sociales agresivos. Hasta hoy las relaciones en el aula han sido de fuerza, entre profesor y alumnado, entre los propios alumnos/as, etc. Dominación y sumisión, en variadas versiones: conductas degradantes, discriminantes, dominantes, sancionador, de rechazo, etc. Se busca una actitud positiva y democrática, es decir, relaciones igualitarias, sin obviar la firmeza, pues el entorno emocional es la base de una buena convivencia.
Luis Castellanos (-educar en lenguaje positivo.2017) contribuye con una aportación muy concreta “el lenguaje”, cómo las palabras positivas tienen tal relevancia en nuestro cerebro que nos permite cambiar nuestro estado de ánimo, estar más contentos o más concentrados. Y lo refuerza Manuel Martín- Loeches, neurocientífico del área de neurociencia cognitiva del centro mixto UCM-ISCIII de evolución y comportamientos humanos en el prefacio del libro: La ciencia del lenguaje positivo, cuidado con lo que decimos a los demás y a lo que nos decimos a nosotros mismos, pues es capaz de cambiar nuestra forma de pensar y de nuestra percepción (…) (Marisa Moya psicóloga, maestra y directora) expresa muy bien en una frase que debemos tener siempre presente todos los educadores, “mi calma es su calma”.
A modo de conclusión, podemos afirmar que el entorno en el que nos desarrollamos es la clave, y aplicar la psicología positiva en general y la educación positiva en particular, servirá para dulcificar, apaciguar, las relaciones humanas, actualmente tan violentas, de la vida en sociedad. El desarrollo individual profundo, es la clave de un desarrollo social bueno, estable
y duradero. (María Soto logopeda educadora en su libro educa bonito, educación positiva para crecer desde el cariño y el respeto mutuo).
Sostengo la idea de la socióloga Marta Nussbauhm, filósofa actual, premio Principe de Asturias de Ciencias sociales. De no poner el acento en lo que nos separa sino en aquello que nos une.
